13 de noviembre de 2009

Tras las huellas

Tras las huellas, así se llama un pequeño libro de un gran poeta llamado David Romero Raposo. Es un libro, como decía, pequeño en tamaño físico, pero enorme en su contenido. David es una persona a la que conozco desde hace un cierto tiempo y, en todo ese tiempo, he podido comprobar que es un ser muy especial. Un amigo, compañero de letras e ideas que ahora ve su sueño cumplido, la publicación de su primer libro de poesía. El poemario lo conforman unos poemas con sabor lorquiano, con olores del azahar andaluz, con aires de libertad y con una clara denuncia social y mensajes a la conciencia. David es un rebelde (con causa), un joven que sueña con la llegada de tiempos mejores y en sus poesías así lo da a entender. Su visión del mundo que le rodea nos hace que buceemos en él y seamos partícipes de su aventura literaria.Hay quién dice que la poesía tiene que dejar de lado los temas sociales, y sobre todo, los sucesos relacionados con la guerra civil. Tras las huellas es el mejor ejemplo para echar por tierra esa teoría, y retomar con fuerza la idea de que la poesía es un arma, con la cual, se debe denunciar la injusticia social y también, por qué no, recuperar la memoria histórica de una guerra y una postguerra de la que muchos se quieren olvidar. Los poetas tienen que recuperar esa memoria colectiva. La memoria y el recuerdo de los poetas encarcelados, torturados y asesinados a manos de la reacción.

Miren lo que les voy a contar: El columnista Rafael Reig, ante la petición de un lector del diario Público, que pedía la desideologización de la poesía de Miguel Hernández, contestó contundentemente y este fue el título del artículo a modo de respuesta a dicho lector: “Es que era comunista”. Pues bien, el diario Público puso de patitas en la calle a Rafael Reig. Menos mal que Público dice ser de izquierdas. Pero la cuestión es que no se puede pretender vaciar el contenido ideológico de algunos de los poemas de, por ejemplo, Hernández. Lo mismo pasa con la poesía de David Romero, no se puede separar de su carga ideológica. Porque un poeta es lo que escribe, y David es el fiel reflejo de su poesía. Yo, desde este rinconcito del periódico, recomiendo encarecidamente su lectura, porque hace falta su poesía en este mundo nuestro tan light, tan políticamente correcto, tan inocuo a veces.

Fuente: Arcos Información
Autor: Miguel Ángel Rincón

5 comentarios:

J dijo...

¿Que a hecho este señor para ser merecedor de tantos piropos?

David Romero Raposo dijo...

Gracias J por entrar y leer este blog.

Lo que no puedo darte las gracias es por las palabras de tu comentario ocultadas tras el anonimato de una J. Así que no seré yo quien conteste a esa pregunta, ya que caería en la egolatría o en el egocentrismo; haciendo uso de la libertad que me caracteriza no borraré su mensaje y que sean las personas que me conocen quienes la respondan.

Salud y Poesía.

TONI dijo...

Tan sencillo como despertarlos en mi, por ello se los dedico, por supuesto no tienes que compartirlos, pero tampoco los puedes cuestionar porque yo soy quien los realizo y doi mi opinión, no un premio.
Por su puesto eres muy libre de emitir tu opinión, que será tuya y que aunque puede que no la comparta no la cuestionaré.

Salud y buen rollo.

Miguel A. Rincón dijo...

Hola J:
Está muy feo eso del anonimato, es bastante ruín tu actitud. No hace falta que yo defienda a David porque ya le conocemos y le admiramos. Además, no tengo tiempo para perderlo con un anónimo (o no tan anónimo, quién sabe...)

Un abrazo a David y a Toni.
Miguel A.

Roderajota dijo...

Bueno, bueno, tampoco cargueis tanto las tintas con J.... En definitiva, no he tenido el placer de leer Tras la Huellas, pero por lo que he leído en el blog, tiene realmente buena pinta. Pertenezco al Ateneo Republicano de Astorga, donde esperamos contar con tu presencia presentando tu libro. Un Saludo.

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