¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
Miguel Hernández
No conoce el pequeño labrador
más vida que la vida
que se rompe de sol a sol,
toro que nace, vive y muere
dócil, manso y al calor
de la ignorancia de su vieja casa.
No conoce el pequeño labrador
más escuela que el campo
y más lápiz que el azadón
con el que dibuja en la tierra
con el sólo color
de la sangre que brota de sus manos.
No conoce el pequeño labrador
más sustento que el hambre,
hambre y ayuno que a la razón
golpea y debilita al cuerpo
cubierto de sudor
que enraíza su vida con la tierra.
2 comentarios:
Gracias por este regalo el dia del trabajo.Un abrazo David
Hola me he quedado, por que a ese labrador le conozco..
en mi tierra, sólo los mas viejos quieren el campo, los jóvenes prefieren la obra, lo que sea con tal de no estar en el campo.
.. es duro... pero también conozco labradores de esos mayores autosuficientes de toda la vida... que son felices teniendo mas de 70 años, con sus campos y sus animales.
Será como se toma uno lo que la vida le depara?
Un saludo
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